Que no desespere
el que en las noches vele
más bien que acompañe
su soledad y sus desvelos
avivando sus sueños,
visitando sus recuerdos tiernos;
perdonando sus caídas
y sincerando su corazón,
para darle a su vida
paz y una buena razón,
para merecer cultivar
de la vida lo mejor,
para merecer amar;
para merecer el amor...
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