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El alma pura de una niña al revisar
lo que iba a ser su vida
se acercó al "Gran Sabio" a preguntar:
Quisiera saber que hacer
para cuando yo viva,
no tener tanto dolor
hieren mucho las espinas...
no quisiera saber que son
las tristezas, las heridas,
ni conocer el dolor que deja
en el corazón
la desconfianza, la traición,
la guerra, el odio, la corrupción,
la injusticia, el desamor;
y otras como el egoísmo, la envidia....
y la lista es aún mayor.
Toda esa mala pasión así causarán
el mal,a toda la humanidad,
que ya han olvidado quizás
lo que es la solidaridad,
la confianza,el amor y la amistad;
con sólo ver el resplandor
no quisiera vivir ya.
Sólo quisiera el amor,
compartir con muchos amigos
y que todo a mi alrededor
esté lleno de cosas bellas....
como admirar las estrellas
No quiero decaer jamás,
quisiera saborear sólo la alegría
de logros y melodías...
que no tenga amargas caídas
para tener una vida
de armonía y sana paz.
El Gran Sabio, quien escuchaba
ahora, con mucho amor le hablaba:
Sólo debes vivir tu vida...
Píntala con los colores
que a tu paso vas hallando,
llena tu alma de fragancias
elegidas...
disfruta de los olores...
Pero vive siempre dando.
Y en tus momentos más tristes
esos colores, mézclalos en tu corazón;
verás como se reviste
y renace el esplendor.
Pero pon mucha atención
con los colores que obtengas,
pues dependerá de tí,
de su intensidad, lo que venga
y es tu responsabilidad....
Del color que vas a elegir
será que verás venir
tus frutos, tu felicidad...
lo que vas a cosechar,
con ello tendrás que seguir.
Imposible pues saber
como habrá de resultar,
te aseguro, eso sí,
si aprendes a sólo amar,
tu vida tendrá valor,
y aunque conozcas el dolor....
¡tendrás razón para existir!
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