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Aunque el corazón y el alma sólo sueñan
tratando de escapar a la soledad
las circunstancias siempre se empeñan
volver la mirada hacia la realidad
Grises las nubes cubren el mundo
empañando la ilusión y el amor,
huellas quedan en lo más profundo
grabadas con el sello del dolor
Dulce tibieza la ternura del amor,
cuanta grandeza al amar y compartir
fragancia que hace mejor el convivir
-añoranza que acompaña al corazón-
Pero el sabor de amar
de valorar y apreciar
los sentimientos
cultivando un genuino querer
pareciera un infinito sueño
difuso en el firmamento
olvidado en el atardecer...
Delicadeza, dulzura, armonía
tantas palabras para compartir,
si no se hace se termina vacía
si se cultiva, ¡qué hermoso sentir!
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