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“De continuo tengo en la memoria estas cosas”…
Lamentaciones de Jeremías: Cap. III, Zain 20.
Al cabo de tanta vida
Poca vida queda
Detrás de cada uno
De los días
Del personaje que uno inventa
Qué se es
Qué lejos quedan los días
De cuando leía filosofía
Interrogaba sombras
Y deshacía la realidad
A mi antojo
Me despertaba entre ventanas
Obedecía a la lluvia
Y respiraba según la luz
Me lo dictara
Al cabo de tanta vida
Los ojos tiemblas
La mar sigue con su lengua
Horada la espuma
Los vacíos de la memoria
La vida es bella ―me digo—
“Cuando cae la tarde
ya no soy el mismo hombre
que se levantó de la cama esta mañana.
El día es una metáfora de la vida.
Ningún suicida se da muerte
Al amanecer”
Pero Dios pesa
Y pesa el mundo
Pesa el tiempo
Pesan los suplicios
Pesan los mapas
Pesa la ropa sucia
Pesan los adioses sin abrazos
Pesa el asfalto de las ciudades
Pesan las piernas cuando cuelgan del vacío
Pesa la pobreza y los niños sin juguetes
Pesa la carpa de la ciudad
Pesan los bosques sin amor
Pesa la piel sin algo de Picasso
Pesan los barrotes que no desnudan relámpagos
Pesa la herida de Adán
Pesan los zapatos que muerden las calles
Pesan los pechos mordidos por la cintura
Pesa ese tiempo que nos desnuda y respira
Pesa el lecho que cruje cuando los días
Se hacen siglos
Pesa el muelle donde finalmente
Desplumamos el último trino
Ese que exhala el cuerpo
Para bajar al profundo sueño…
Barataria, 01122003.
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