Me cobijo en ávidos recuerdos
En esas nieblas secretas
Que el mundo
Va dejando en la lluvia
De lágrimas
Adivino gestos que nadie ve:
Frío en las sonrisas
Sombras en los ojos
Cuando camino el tumulto
De las sombras
Se derrumba
El tiempo gime por los vitrales
Y hace manar ríos de los ojos
Hasta quebrar ventanas
Bajo saber qué manos
El deseo tortura
Deseo de sentir no como pájaro aterido
Deseo de morder el azul hasta sangrarlo
Deseo de soñar y arder
Sin ser ajeno
A la luz de los pabilos
De tarde en tarde el viento despeina
La melena de los secretos
Los recuerdos
Los sueños
El crujido del pecho queriendo soltar sus hojas
De tarde en tarde me persiguen
Féretros de mármol
Y el eco monótono de gastadas maderas
De tarde en tarde
El tiempo
Los recuerdos
Van dejando un hueco oscuro
Que sangra como el insomnio
De desvencijadas guitarras…
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