¡No quiero olvidar la niñez
de mis inviernos!
La niñez de la cincuya y la anona.
La niñez de la lombriz de tierra.
No quiero olvidar cuando la luna
Se escondía entre morrales
Y noctámbulas luciérnagas
Incendiaban el sigilo del sueño.
Tampoco quiero olvidar los múltiples sonidos
Que dulcemente abrazaban
El sonido de las noches:
Eran sapos y ranas
Palpitando bajo la lluvia.