Un corazón que fortalece,
a la emoción que nunca presiona,
la caricia que no muere
de un cariño que jamas pierde.
Una ternura que no acaba
si el corazón a tiempo perdona,
esa pasión que no mitiga,
del placer que nunca se daña.
Un silencio que jamás calla
la verdad que día a día asoma,
olvidando el temor que amenaza,
de la pena que no amontona.
No hay amargura ya despierta,
sino la alegría que nunca se atormenta,
producto de la fantasía que vuela,
en busca de felicidad que arrasa
el deseo que nunca fue disipado,
del amor que consagra estar a tu lado.
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