Alguna vez te pregunte
¿ Porque me sigues tanto?
Será que no tienes que hacer
o porque no eres un santo.
Por donde quiera que voy
allí estas a mi lado,
como un ángel guardián
sin saber donde van mis pasos.
Platicas con emoción,
las veces que me has amado
diciendo con devoción;
que mis manos has tocado.
Lo que me admira de ti
es la facilidad que tienes
de expresar que me quieres,
borrando de tu vida
otros nombres de mujeres.
Cuidado, piensa bien lo que dices
ni eches al olvido
los ofrecimientos hechos,
porque una mujer sincera
no toma las cosas a la ligera;
y aunque las palabras
se las lleve el viento,
nunca relega los juramentos.
Es mejor que te vayas por el mar
y ya no me mientas,
aléjate ahora que estas a tiempo
olvídate de todos los momentos;
déjame tranquila, no quiero mas daño
porque los amores de antaño
se dejan, pero jamás se olvidan.
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