En un momento de nuestras vidas, nos encontramos con piedras en nuestro camino, esas piedras son los obstáculos que tenemos que vencer, son los problemas que nos impiden crecer, son los deseos frustrados, las rebeldías ocultas, las sumisiones obligadas, son también las felicidades no alcanzadas. Y todo ese conjunto de sensaciones nos impide ser felices, nos imposibilitan llegar a nuestras metas y obstruyen nuestros proyectos de vida.
La conducta humana es impredecible por eso todos reaccionamos de manera diferente ante esas piedras. Algunas personas solo vemos las piedras y seguimos de paso por nuestra vida sin preocuparnos por ellas nunca. Otras, damos vueltas alrededor de una piedra, sea grande o pequeña pero no queremos salir de ella.
Otros individuos solemos ponernos la piedra en la cabeza y no recapacitamos que es bien fácil quitárnosla de encima. Habemos quienes que cuando vemos la piedra, solo la hacemos a un lado con el pie y no nos detenemos a pensar que puede lastimarnos un dedo.También habrá quien correrá a traer la piedra, a pesar de que está alejada de sus vidas, en otras palabras la hacen propia porque les gusta complicarse la vida.
Muchas personas tienden a sentarse sobre la piedra porque no se molestan en nada, mientras que otras brincan encima de ella; incluso algunos llenan de piedritas sus bolsillos y hacen que el peso de las piedras no les permitan caminar.
Si acaso tú llegaras a encontrarte con una piedra trata de trabajar en ella, conviértela en una joya, aprende la lección y cuando lo hayas logrado sigue tu camino porque en la vida te encontrarás otras piedras que tendrás que esculpir hasta hacer de ellas una verdadera obra de arte.
09/03/2004
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