No me mueve interés
en las dulces mañanas ateridas
para ser tu rosal
en aquel viento
o una ola perdida
en tu morada
más me inspiran tus ojos
tu mirada encendida
los ocres silentes
de ese abrazo prometido
cuando pienso
que recorrer todo tu cuerpo
en un instante
es recompensa suficiente
para éste amor herido
que en el altar
confuso de la vida
te espera
siempre te espera
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