Aquellas soledades
No sé si fueron muchas
las palabras de
aquellas soledades
maniatadas
que cercaron los sueños
de la flácida abadía
de unos dioses
que en la ira recuestan
abruptas tempestades.
Soledades de paja
y trinos de pájaros
que vuelan en busca
del absurdo camino
de las piedras muertas
de los solsticios callados
inertes y malvados
Soledades que
en un barco de papel
siembran de dudas
al humano ser
que siempre busca
azucenas y rosas
geranios y gardenias
para ordenar la paz
para vencer la muerte
No fueron tres tan solo
los abrazos del frío
los verbos truculentos
las miradas de rabia
ni las sombras de
aquellas soledades
maniatadas que irrumpieron
una vez más
en la senda que el amor
el de las rosas blancas
le regaló al lucero
Soledades
que se quieren o no
que se imponen
a ciertos penitentes
que las sufren
que las lloran
a veces entre
lirios marchitos
otras con la
arlequinada luna
que hace de testigo
Soledades de hierro
o dulce soledades
donde el amo que
dicta los fracasos
las convierte en triunfos
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Publicado el: 30-07-2017
Última modificación: 00-00-0000
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