Turbios los cielos
En la madrugada
Con techos ruidos
Por la tempestad
Que la calma rompe
Casi sin piedad
La duda silente
Pasa con sigilo
Sin ser conocida
Por la caridad
No quieran salir
Los dioses del miedo
Porque en la quietud
Los pájaros vuelan
Las flores se cansan
Por la trampa vil
De un amor de guerra
Sintiendo a la vez
Que las azucenas
Esconden su rostro
Entre piedras blancas
Que duermen sin fe
En la noche triste
De un alma perdida
|