No quiero ser la sombra en tus anhelos
ni batalla perdida en luna llena
tampoco un tren
que ya no vuelve a la estación perdida
pero sí una luz que ayude en tu destino
a encontrar la paz
el camino del alba y la ternura.
No se obseque tu mente
en buscar en el viento
los sueños prohibidos.
La amistad es un tesoro,
es simiente y es trigo.
Y en tus ojos negros
en tu alma de niña me recuesto en la noche
huyendo del reproche
de la culpa y del frio
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