En los montes del olvido yo me pierdo
en los mares de la luna me consuelo
en tus besos de corales me acurruco
entre nubes de algodón yo me reclino.
Yo te busco cada día en esos versos
que volaron entre sueños ateridos
por el viento amoroso de los tiempos
por un silente abrazo malherido.
No mendigues ternura ni cariño
no regales aquello que no sientes
no prestes tu alegría inocente
no dejes que se muera tu presente.
Y si haciendo todo esto te redimes
de las oscuras sombras que te atrapan
alza tu voz y grita fuerte
¡No quiero ser esclava de la suerte!
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