Regresan de nuevo las palabras,
enredadas en cientos de motivos,
que alumbran vida nueva.
Surgen además los versos que guardamos,
y nos queman el alma con sigilo,
y se quejan con sus alas rotas,
hasta hoy con el comienzo del fín,
que se marcha a sus cuarteles,
para rondar la noche de la luna,
para secar las lágrimas perdidas.
Aquí estarán de nuevo aquellos rostros,
las metáforas y todos sus confines,
los besos que se guardan en silencio,
las horas clandestinas que despiertan,
y aquellos silencios que cantaban.
Es la luz la que vino de nuevo,
a ocupar su lugar,
a sentarse otra vez entre poetas,
y cantar a los mares de la luna,
odas, sonetos, romances y locuras.
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