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Eres río de agua cristalina,
silencio y hermosura...
eres ternura divina cuando amas,
eres amor azul celeste
cuando a mi me sueñas...
Eres dulzura y armonía cuando hablas
eres calor de hogar y humildad madura,
eres amiga fiel y soñadora.
Eres miedosa y temerosa,
pero con cierto orden.
Eres valiente,
atrevida,
estrella y luna llena;
eres juglar de caminos abiertos,
mi lírica mujer,
amapola silvestre y mar en calma...
Eres el sol de las playas vacías,
eres filosofía,
eres poesía,
mi musa de siempre,
de todos los días.
Eres horizonte en mi vida,
eres el bajel que arremansa mis dudas...
Silueta del alba,
rocío de la mañana,
aroma de azahar,
mi grata compañía,
el aire que respiro...
Eres apóstol de virginal pureza,
eres mi amor,
mi privilegio...
Y para este humilde poeta que te admira,
que en ti confia,
que te adora,
que grita tu nombre
en el más respetuoso silencio,
sin más pretensión que la de amarte,
llega la despedida...
Y te regalo estos versos,
para que los guardes,
para que los cuides,
para que los recuerdes,
para que los mimes....
Y ya me bajo de mis sueños,
y recostado en la tierra del hombre,
¡Te digo adios, hasta mañana!!
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