Mi casa está vacía,
las ventanas cerradas,
los geranios marchitos;
¡mis silencios no cantan!
mi alegría no sueña...
Qusiera despertar,
para salir airoso,
quisiera ver la luz,
de las primeras horas,
quisiera de una vez,
resucitar mi vuelo,
recobrar la sonrisa,
acariciar tus gestos,
y dibujar,
en el cielo de tus labios,
un beso, una paloma blanca, y un
¡TE QUIERO!
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