Hilos finos, tan fuertes
que el viento mecen
en ligeros vaivenes
como brazos que adormecen
En sueños profundos
mágicos, que incitan
a llegar a los más profundos
acontecimientos que se recitan
En cada hilo de plata
que cubren nuestras cabezas
como telaraña uno a uno y se comparta
la alegría de la esperanza
No importa la edad
solo el deseo de estar
de vivir, en libre mocedad
sin cubrir o descuidar
Lo más hermoso de este mundo
la amistad
telaraña de lo eterno y mudo
llena de lealtad...
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