¡ Dale la cara ...
y mírala a los ojos ¡
¡ Déjala hablar !,
romper el silencio
sepulcral.
No le es fácil platicar,
aquello que sintió:
la ignorancia,
la vergüenza,
la ausencia,
la ineficiencia,
los múltiples obstáculos...
que perpetúan la “ violencia ”.
¡ Déjala hablar !
que inicie,
el reconocimiento de su existencia,
su ruta a la libertad ...
Concrétate , a tener , voluntad
Y capacidad de saberla escuchar...
¡ Mírala a los ojos ¡
para que ella....
rompa el silencio,
tu puedes ser....
el que la sepa escuchar.
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