Presumiste de franqueza
alardeaste de tu pureza
y tan solo te escondiste
entre las sombras
del arte de la poesía.
Déjame decirte
que la poesía
no tiene cabida
para almas sucias.
De esas que juegan
con los sentimientos.
Me hiciste sentir
culpable...
que inocente fui.
Ahora me doy
cuenta ...
que solo fue una treta.
Tú que hablas tanto de Dios
que incongruencia
pero recuerda
el juzgara tus actos
y lo que me diste
te lo devolverá
doble.
Al igual que la vida
que todo nos cobra.
Que tu Dios ,sea misericordioso
contigo
te lo digo
y me despido...
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