(De mis principios como poeta)
Todo cuanto me rodea
me parece una nube,
una niebla que me envuelve
y no me deja.
Me observan, me alaban,
me acusan y ante todo esto
me niego a la lucha.
Guardo mis fuerzas,
mi alma, mi musa,
donde nadie la hiera
ya por envidia o negligencia.
Siento que me quieren,
me aman, respetan,
pero también siento
una soledad inmensa.
Mía es la culpa
por no estar apegada
a la madre tierra
y si a ella me acerco,
me caigo tropiezo.
Mi ignorancia es grande...
Quizá sea eso.
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