Aquel firmamento
opaco y apagado
era sin lugar a dudas
mi pasado cercano,
un pasado donde
mis ilusiones y conceptos
han quedado enterrados
de tanto que fueron
unos humillados,
otros ignorados.
Como un fénix
surjo de cenizas
de amarguras
y vuelo con fuerzas
sobre cumbres y llanuras
y noto mientras sonrío
que en el cielo hay un espacio
para mi vuelo.
Hay un espacio que es mío.
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