portal de la poesía virtual
portal de la poesía virtual

Mercedes A. Alexandre


ver poemario de Mercedes A. Alexandre
ver cuentos y ensayos de Mercedes A. Alexandre

¡COMO BAILA MI CABALLO! (a los caballos andaluces)

COMO BAILA MI CABALLO


¡Cómo baila mi caballo!
En tierras doradas de albero.
En tierras de cal y jazmín,
de amoríos y requiebros,
con sus penas hechas cante
envueltas en almidones de abril.

Espada de agua la hiere
en forma de Guadalquivir.
¡Mi caballo se enamora!
de su Andalucía mora
y romanticismos de luna
lo bañan al anochecer.

Mi caballo se estremece
Al ver al río correr
en su cita con la muerte.

¡Cómo baila mi caballo!
¡Cómo levanta sus patas!

Parece escribir en el aire;
con tinta hecha de sangre,
mezcla de cristiano y árabe,

poemas a bandoleros,
a gitanos, a toreros!
¡A jazmines ensartados
en cuernos de toros negros!.

¡Cómo baila mi caballo!
Por alegría, fandangos,
tanguillos y soleares.
¡Qué arte tienen sus patas!
¡Que señorío su estampa!

Y esa cola tan compuesta
con cintas entrelazadas
que sueña con ser cometa.

¡Cómo se quiebra ante el toro!
¡Cómo presume en la plaza!
¡Cómo clava rosas negras!
mientras mi caballo baila.

Cuando ve volar palomas
sobre su Maestranza
se agita, se me desboca,
relincha y salta en el aire,
dejando en el cielo sombras
de sus ágiles cabriolas.

¡Cómo reluce su pelo!
¡Negro como el azabache!
Soles parecen sus ojos
clavados en noches de lobos.
¡Tanto brilla su mirada!
que los girasoles se vuelven
cuando mi caballo pasa.

¡Cómo baila mi caballo!
cuando trota por la playa
y sus patas se emborrachan
de salitre y de algas.
Me parecen caracolas
enredadas en las olas.

El Sol, en su ocaso se aferra
a la raya oscura y recta
que une el cielo y la tierra,
quiere ver a mi caballo
como levanta la arena.

La luna se desespera
esperando a que oscurezca
y bañarlo con su plata
hasta quedarse bien seca.

El mar quiere ser desierto
y sentir en sus entrañas
el galope y la danza
al clavársele sus patas.

Las sirenas se enamoran
y hacen guitarras de cañas,
peinetas con las escamas
y le enredan en su crinera
un bosque de coral y nácar
con ciento de cascabeles
hechos de aceitunas moradas.

¡Cómo vuela mi caballo!
¡Cómo levanta sus patas!
¡Cómo me graba en el aire
siluetas de cabriolas!
¡Cómo baila mi caballo!
¡Enjaezao de amapolas!


Mercedes A. Alexandre

Copyright © Todos los derechos reservados.

Publicado el: 06-05-2003
Última modificación: 00-00-0000


regresar




libro de visitas

ver firmar



Página vista 139177 veces.