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Aquel verano gris
se cruzó en mi mente,
sin dejarme haber visto
ni tan siquiera
un rayo de Sol.
Mi piel color de invierno
lucha por sentir calor.
Llené mi vida
de ilusiones y energías.
Combatía y me debatía
en jungla de realidades.
Tuve que buscar proyectos
que se hicieran en soledad.
El llanto de las gaviotas
empaparon mi cuerpo
y mi llanto se perdió en el mar.
Los aullidos de los lobos
asustaron a mi alma.
Mis gritos de dolor
quedaron ahogados
en algunas grietas
de aquellas montañas
y todo mi ser
se convirtió en silencio.
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