Una Bala Grita en Granada (A la muerte de GarcÃa Lorca)
la muerte iba vendimiando
uvas verdes y frutos secos.
La muerte iba talando
bosques que tenían ecos.
Las almedras lloraban sangre
al ver la loba pariendo.
La luna iba vomitando
sobre el barranco de Viznar
jazmines morados de miedo
al ver a su poeta muerto.
Las chicharras en silencio
le hiciron extraño cortejo.
Sombras de charol untadas
sobre cipreses esbeltos
formaron paraguas negros.
La cara de nacar puro
y un lunar rojo en el pecho.
La bala salió del cuerpo
y fue vagando perdida
reventada de injusticia
buscando el perdón del cielo.
.___ Que me recojan del suelo
algunas manos gitanas
y en un yunque de amapolas
hagan de mi una medalla
y que me entierren con él
bajo una encina dorada._____
Y en su locura gritaba:
.____ ¡Yo he matado al poeta,
al poeta de Granada!.____