Mi iris se va quemando
engrandeciendo mis pupilas,
se come el brillo ingenuo
que de niña yo tenía.
Lo que antes parecía inocuo
por inconclusas realidades,
hoy me ciñe a esta vida
de inocencia interrumpida.
Barreras que fueron imperceptibles
hoy levantan muros de miedo
y me parece casi imposible
luchar contra esos espectros.
Lo que antes me era ajeno
camuflado por fantasías
hoy me presenta una existencia
que me sume en la desdicha.
|