Una lágrima que se desliza
arrastra la sal de la amargura
que se instala en el alma
afligiendo las heridas
se regalan en mi boca
los sinsabores del ayer
olvidando la calurosa mañana
por el frescor del atardecer
y es que la sagrada lágrima
limpia lo que duele
liberando al corazón
de las cadenas de la nostalgia
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