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Fue el destino
quien me jugo una mala pasada
ganándose a pulso
mi total confianza
y perdiendo el control
de la coherencia
me alié a mi enemiga
la paciencia
y esperé y esperé
esperamos junto a la soledad
pero nadie llegaba
solamente los recuerdos
acompañados del desconsuelo
embargaban mi conciencia
y me apoderaba el dolor
y así día tras día
se quemaban las horas
vacías de la señal
que yo esperaba
poco a poco el tiempo
fue mitigando la angustia
dejando una cicatriz
en el lugar de la herida
y no voy a negarme
que de cuando en cuando duele
pues me llegan vagamente
aquellos momentos
que sin poder evitarlo
forman parte de mis recuerdos
Fue el destino quien me acerco a ti
también fue él quien te separo de mí
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