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Desde que el razonamiento entro por mi puerta
mi mente inquietante
se hacía miles de preguntas
todas sin respuesta
Buscando el sentido a este laberinto
del por qué aquí
del dónde acabaremos
¿Quién dijo que acaba?
¿Quién sabe dónde ira el alma?
¿Es transitorio com el curso que sigue el agua ?
¿Acaso esta vida es el erebo?
Pues no puedo imaginar
peores maldades de la que aquí veo
¿Acaso esta vida es el anhelado cielo?
Pues no puedo imaginar mayores bellezas
que las maravillas de la naturaleza
Me cuestiono cuál será aquí mi labor
¿Tiene algún sentido el que hacer de cada uno?
que será mejor
¿Ser reconocido o que te reconozcan?
¿Dar la mano o dejar que te la cojan?
¿Ser pasivo y sencillo y sin preocupaciones?
¿O estar siempre activo sin descansar las emociones?
Me paro a pensar en el imperfecto ser humano
y un caudaloso río de dudas
amenaza mis neuronas
Pero una respuesta me llega
casi oculta entre el mar de preguntas
que está en cada persona
sentirse en el infierno o en el cielo en vida
no se pueden hacer eternas
las desgracias vividas
y a quien le parezca larga la estancia en este planeta
que observe en invierno las pocas horas en que brilla el sol
y las pocas noches que toda que la bóveda celeste está presente
lo rápido que se marchita una flor herida
lo rápido que el viento arrastra las huellas
como un respiro pasamos de largo
y en un abrir y cerrar de ojos estás al otro lado
no somos más que un parpadeo
el cual sueña
el cual ama
el cual desea
el cual ríe
el cual llora
el cual sufre
el cual piensa
pero sobretodo vive
Así que
¿De qué me sirve preguntarme, que hay más allá de esta vida?
o
¿Dónde estaría mi alma antes de sentirla viva?
De momneto
voy a sentir la breve vida
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