I
Esa flor
que sedienta de amor
se marchitó
Esa flor
que en su exceso de sed
se ahogó
Besos envasados al vacío
que quedaron en el olvido
Miradas que invitaban a jugar
y se perdieron en el ayer
Caricias que dejaron huella
en los poros de la piel
Sábanas arrugadas y revueltas
ahora ausentes de todo ser
Sonrisas desdibujadas
que les costará volver a nacer
Como las hojas que cayeron en el otoño
y necesitan de todo un invierno
para volver a nacer
II
Rostro demacrados
por el tiempo quemado,en sufrimiento
ojos llenos de ausencia
por una infinita tristeza
Los pétalos rojos
son ahora jardines de rosas negras
desiertos de fragancia
colmados de espinas envenenadas
y aunque la luna les sonría
una venda cubre sus ojos
y en la terrible penumbra en que viven
la luz no ilumina sus rostros
La vela que en su leve llama
acompañaba sus corazones
se ha consumido
sumergida en los desamores
Quieren terminar con el dolor
que en ellos han marcado huella
sólo les acompaña la soledad
y un silencio ensordecedor
Los recuerdos les invaden
inundándoles de pena
ya nada les importa
sólo les motiva acabar con su existencia
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