el indulto no llega cuando quiere el reo
se pavonea
cruza las calles
vuela a lo alto de la nube más alta
se asoma entre las rejas
donde las manos crispadas se aferran al hierro
con vocación de imposibles
mi destino ha sido vagar entre cruces exhaustas
busco el alba después de la hora nona
ansío encontrar la libertad de su luz
mas
todo es vano
vuelvo a zócalos profundos
horadados de incertidumbres
de sueños rotos en medio de paraísos sin brújulas
me visto de relojes sin horas
sin tiempo para la prisa o para el descanso
de estos ojos que mirar quisieran
más allá del horizonte
no llega el indulto
no hay alcaldes ni gobernadores ni jefes de estado
para el exilio de mi vida
no / no hay indulgencia proclamada
ni siquiera para ese instante
cuando mis ojos se arropan
con la piel de mis párpados
Migdalia B. Mansilla R.
Agosto 12 de 2013
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