he colocado en la repisa
el reloj al revés,
el tiempo cae hacia abajo
no quedan ya granos de arena,
se vacían los segundos
en el momento justo de reclinar mi cabeza,
pronto comenzaré a soñar
que no me he ido.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al escuchar el incesante tic-tac del reloj.
Enero 16 de 2006
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