Hoy
me has dolido
como
ayer,
como siniestro
pasajero de la muerte.
He sentido
una desgarradura
intensa
interna
ancha y ajena
en el silencio
donde yazgo
sintiendo los infiernos
creyendo en el adiós,
deseando el sueño eterno
donde cobijarme pueda
sin que me duela tu recuerdo.
Hoy
no soy más
que una brizna de paja
echada al viento.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al comprobar una vez más, que nunca fuiste.
Noviembre 30 de 2005
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