Volaron perdidas por el aire,
se escaparon furtivas a través de la ventana,
mi voz sin sonido las llamaba esperando
regresaran a los abismos secretos de mi cuarto.
Agazapado en algún lugar detrás de las estrellas,
el destino implacable esperaba, sereno,
a las que flotaban arrastradas por la nada,
pero ellas, una tras otra, las páginas grises
del libro que escribía, pasaban y volvían a pasar
perdidas por todos los aires,
de todos los confines del espacio y la distancia.
Volaban perdidas por el aire,
las páginas grises que escribían la historia de mi vida.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al otear el horizonte de mi último destino.
Marzo 17 de 2004
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