Araño la tierra,
las uñas se quiebran,
quedan los surcos marcados a fuerza,
quedan las manos sangrando en las piedras.
Araño mi alma,
la piel se reversa,
quedan las venas al descubierto,
quedan las entrañas abiertas sufriendo la ausencia.
Diásporo encuentro en la tierra que he arado,
el fuego de mi amor lo convierte en arena
para hacerse playa de tu mar.
El tiempo se achica,
palpita la vida en cada latido de mi corazón,
se entrega mi alma a la tuya serena
después de saberte plantado en mi ser.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cuando el espacio se llama distancia, cuando la ausencia se llama tiempo.
Enero 20 de 2004
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