De seguro su mente confundida está,
su alma se agita en mares desconocidos,
su corazón lucha por detener el torrente
de aguas turbulentas que brota en sentires
nuevos , tentadores y peligrosos.
De seguro se hace usted mil preguntas,
su paz ha sido tocada por la invisible
espada que ha blandido una atrevida descarada,
que sueña con recorrer caminos ignotos,
que sólo de usted tiene el tono de una voz,
la fantasía de su rostro y el ansia de su piel.
Señor, de seguro respira usted agitadamente
cada vez que piensa que su tranquilidad
en su corriente y siempre igual vida,
ha sido trastornada por una mujer
que siendo distancia se hace presente en su ser.
Señor, permita que la puerta de su casa quede entreabierta,
que la ventana de su alcoba tenga corrida las cortinas,
que la luz entre a raudales para que alumbre sin medida,
el lecho donde usted y yo seremos algo más que voz,
algo más que palabras, algo más que interrogantes,
algo más que filosofía en el entender la vida.
De seguro, Señor, su alma vive agitada en este mar
de las angustias del saber y no saber,
del querer y no querer, de lo sensato y la insensatez,
permítase Señor, en la cordura que vive, en la rutina
de su vida... permítase...¡un momento de locura!
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cada vez que pienso en usted, Señor.
Diciembre, 17 de 2003
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