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Que he estado muriendo de rabia,
que el odio cegó mis sentidos,
que el amor se tornó en tormenta
en vez de paz y gloria en el sentir,
que la vida se me puso chiquita
en la espera que él pidió para
limpiar sus caminos...
que nunca quedaron claros,
que nunca fueron los míos,
que siempre se fueron
en las alas de mi ilusión...
Hoy, en vez de llanto en mis ojos,
hay luz de madrugada
y sol de mañanita temprana,
hoy en vez de rabia a pesar
de lo que supe en este tiempo de hoy,
hay sonrisas en mis labios
y poemas en mi garganta,
hay una guitarra que vuelve a vibrar
al rasgar sus cuerdas sonoras
en mis manos ahora libres
del pesar que las crispaba.
Hoy en vez de odio en mí,
nace la ternura grande
que siembra un niño de sueño
en la hija que soñé un día,
en lo que nunca supo apreciar lo que la vida
le brindó, en una mujer con vientre vacío
pero con alma llena de amor maternal.
Hoy en vez de lágrimas en mis ojos,
hay un haz de luz que brilla cercana
y deja color en mi rostro
y deja sendero abierto
para seguir la vida...con ilusiones nuevas.
Hoy en vez del dolor, hay palmeras
que abanican el calor inmenso
que se siente en la playa de tu amar.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: cada tiempo desde hoy: en vez de... tú... yo.
Noviembre 20 de 2003.
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