Que érase una vez una niña maja
que tenía los ojos grandes y el mirar lejano
que tenía en las manos un gorrión perdido
que tenía en los sueños globos de colores...
Que érase una vez una niña maja
que tenía los ojos de un azúl de cielo
que tenía dormida sobre sus rodillas
una perrita negra que la idolatraba...
Que érase una vez una niña maja
que tenía los ojos llenos de tristezas
que tenía en las manos una gata parda
que tenía en el alma los dioses del mar...
Que érase una vez una niña maja
que soñaba en presente con el mañana
y los ojos abiertos...
Migdalia B. Mansilla R.
Fechas: al contemplar una fotografía que llenó mis ojos...
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