|
A LA LUNA YO ME IRÍA
Aquello que se pretende
con voluntad se consigue,
sin que nadie nos obligue
si de nosotros depende.
Porque la sospecha ofende
si tirar hacia delante
mientras nuestro cuerpo aguante
es lo que de veras cuenta,
si por cumplir los noventa
queda aún tiempo, no obstante.
Que hoy tan sólo me desvivo
por alcanzar un mañana,
con la melena bien cana
por parecer objetivo.
Por eso la bronca esquivo
aunque a veces los marrones
pisándome los talones
día y noche me persiguen,
y quiera Dios no me obliguen
a renegar de mis dones.
Hoy día de mil amores
a la luna yo me iría,
donde a gusto dormiría
libre de tantos horrores.
Que tiempos aún peores
se dice que nos esperan
aunque pocos hoy se enteran
de los peligros que amagan,
que si a la par se propagan
matar a todos pudieran.
|
