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SONETO
MUY POCO HUELE A LIMPIO
Muy poco huele a limpio, por insano
mientras muchos olvidan sus raíces,
ni tampoco se ven las cicatrices
si del banquero comen de la mano.
Eso le pasa ya a cualquier fulano,
que con sus pies repletos de varices
con sus dogmas nos toca las narices,
adoptando las dotes del tirano.
Incluso pienso que jamás podremos
ante el juez denunciar a los bribones,
que al sentir sus estómagos dichosos
con la casta remueven hoy sus remos,
si por garantizar aún sus dones
medran como corruptos y tramposos.
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