SIN AVALES Y SIN DON

Lo que viva por mi cuenta que nadie aquí me lo cuente
porque siendo con mis actos al instante consecuente
por perro viejo me temo me engatuse un delincuente.

Pues por experiencia sé lo del gallo de Morón
que presumiendo de listo y por tanto de glotón
justo al final se las vio sin avales y sin don.

Que para lo que me queda rondando por el convento
hoy día alcanzar la luna ni de bromas yo lo intento
al temer que mi osadía me mande ya a tomar viento.

Luis Pérez