UNA SOMBRA DEL PASADO
Sólo soy una sombra del pasado
que perdiendo mi tiempo en tonterías,
no exentas de brillantes fantasías,
tan bien me las habré siempre apañado.
Porque su precio en oro ya he pagado,
sin prejuicios confieso mis manías,
aunque a veces no faltas de ironías
y cómo no, de cierto desagrado.
De haber nacido nunca me arrepiento
y a nacer otra vez igual me apunto,
incluso a repetir las mismas penas,
pues aunque vaya siempre contra el viento
mal no ha ido la cosa en su conjunto
si desterrar lograra las condenas.
|