SONETO
EN HONOR A LA HERENCIA
En honor a la herencia del fascista
se montaron quizás los parlamentos
para que nos dejáramos de cuentos
en cueros en mitad de la autopista.
Nunca seré el primero de la lista
en sacarles del fuego los pimientos,
porque al temer fatídicos tormentos
detener me podrán por pacifista.
Pues la experiencia amiga bien me dice
que fiarme nunca debo de un político
que del mandato hace buen negocio,
cuando a los ricos siempre los bendice
y con los pobres hoy se muestra crítico
tomando ejemplo fiel del sacerdocio.
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