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SONETO
En un mundo alocado y consumido
parece que vivimos como ratas,
quien sabe si no como garrapatas
con parte del cerebro corrompido.
Pues dando lo comido por servido
vernos podríamos andar a gatas,
sostenidos quizás por alcayatas
como ramas del árbol abatido.
Dicen que ojos que no ven de cerca
corazón que no siente en absoluto
los problemas que al alma aquí le aquejen,
pues la sesera ya tenemos terca
dispuesta siempre a renegar del fruto
que los contrarios al final manejen.
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