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SONETO ALEJANDRINO
La violencia arremete y a nadie discrimina,
llevando por delante la vida de inocentes,
vida que no respetan fanáticos dementes
que a comprender apenas hoy casi nadie atina.
Eso es lo que mi mente estando en calma opina,
deseando tender entre los pueblos puentes
que para vivir sirvan, sin otros referentes
que defender pretenda quien cobarde asesina.
Por desgracia los hechos por doquier se repiten
sin que los responsables al parecer se inmuten,
mientras que como ratas caen los ciudadanos,
será porque los capos por sus fueros compiten
y del hambre en el mundo casi nunca discuten
por más que se despidan besándose las manos.
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