SONETO
AJENO A LOS GOLPES
Ajeno ya a los golpes de este mundo
en el camino fijaré mi meta
dejando en el armero la escopeta
bien escondida en un rincón profundo;
donde no quiero que un dolor inmundo
sin ninguna razón me comprometa
porque no lleve a mano la receta
que alivie mis angustias al segundo.
Así mimo la paz de mi guarida
sin ningún disimulo en el empeño
cuidando no forzar las circunstancias,
pues tan sólo pretendo que la vida
parezca cada día más un sueño
donde invierta de veras mis ganancias.
|