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SONETO BLANCO
Instrumentos nefastos son las armas
cuando para matarnos se utilizan,
cuando el odio de aquel que las emplea
los límites humanos no conoce.
Por eso el hombre sano en su refugio
ante tanto desastre igual se oculta,
decirse se pudiera, temeroso
de lo que por la espalda se le viene.
Pudiera ser que en manos de bribones
nuestro absurdo destino se debate
sin que nadie lo pueda ya parar,
pues dimensiones hoy incluso toma
que dejando al humilde sin consuelo
a los pueblos la paz suena tabú.
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