SONETO


Si indiferentes somos a la muerte
¿por qué no habríamos de serlo en vida?
si corriendo tal vez la misma suerte
de golpe la demencia nos liquida.

Lamentable resulta ver la guerra
que los amos del mundo igual provocan,
si en paz no queda un palmo ya de tierra
donde los trenes al azar no chocan.

Fácil será que se levanten muros
y muchas pegas haya sobre el plano,
pues siendo los resortes inseguros
toda alianza resulta siempre en vano.

Será que siendo seres racionales
somos todos también tal para cuales.

Luis Pérez