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SONETO CAUTIVO
Ni caído del cielo
aqueste virus al poder le viene,
si remedio no existe que le frene
ni sirva por lo pronto a nadie de consuelo.
Quien sabe si tomándonos están a diario el pelo
que en vilo en todo instante se nos tiene,
tanto que hasta que el mal no se serene
nos matará el canguelo.
Si en el planeta demasiado somos
fácil un exterminio parece inevitable
como quien dice, de cualquier manera.
Si para el gobernante contamos como cromos
se presenta el obstáculo insalvable
cuando ningún remedio en vida nos espera.
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