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SONETO
Definitivamente equivocados
deben estar aquellos gobernantes,
que toman decisiones denigrantes
en contra de los pobres desgraciados.
Pudiera ser que mal aconsejados,
si se les ve largando tan campantes
es gracias a que muchos ayudantes
les dejan sus discursos masticados.
Quizás en falso largan sus misivas
observando que el pueblo se las traga
mientras entonan cánticos patriotas,
mientras aleccionados por escribas
a sueldo, constituyen una plaga
que mintiendo se ponen hoy las botas.
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